viernes, 24 de agosto de 2012

Prólogo


Las cosas mueren, pero no siempre se quedan muertas.
Créeme, lo sé. Hay una raza de vampiros en este mundo que
son literalmente muertos-andantes. Se llaman Strigoi, y si
todavía no tienes pesadillas, deberías. Son fuertes, son
rápidos, y matan sin vacilación ni misericordia. También son
inmortales – lo que dificulta todavía mas destruirlos. Solo hay
tres formas de hacerlo: una estaca de plata clavada
directamente en el corazón, decapitación, o prenderles fuego.
Ninguna de ellas es fácil, pero es mejor que no tener ninguna
opción.
También existen en este mundo vampiros buenos. Se llaman
Moroi. Ellos están vivos, cada uno tiene el increíble y
fantástico poder de usar magia con uno de los cuatro
elementos – tierra, agua, aire y fuego. (Bueno la mayoría de
los Moroi, pueden hacer eso - explicaré más sobre esa
excepción más tarde) Apenas usan su magia, para
prácticamente nada, lo que es realmente triste. Habría sido
una gran arma, pero los Moroi creen firmemente que la magia
solo debe ser usada para cosas pacificas. Esa es una de las
mayores reglas en su sociedad. Los Moroi son altos y delgados
y no pueden soportar mucha cantidad de luz. Pero tienen
sentidos sobre humanos que lo compensan: visión, olfato y
audición.
Ambas clases de vampiros necesitan sangre. Supongo, que
eso es lo que los hace vampiros. Sin embargo, los Moroi no
matan para conseguirla. Todo lo contrario, ellos mantienen a
algunos humanos cerca que voluntariamente donan pequeñas
cantidades de sangre. Ellos se ofrecen, por que las mordidas
de los vampiros contienen endorfinas que te hacen sentir,
muy, muy bien, y pueden hacerse adictivas. Sé eso por propia
experiencia. Esos humanos son llamados alimentadores, y
son realmente adictos a los mordiscos de los vampiros.
Aún así, mantener a los alimentadores cerca, es mejor que
hacer las cosas al estilo Strigoi, por que, como puedes esperar,

ellos matan para obtener sangre. Creo que eso les gusta. Si un
Moroi mata a una victima mientras ellos se están
alimentando, el o ella, se trasformará en un Strigoi. Algunos
Moroi hacen eso por propia elección, abandonando su magia
y su dignidad por la inmortalidad. También se pueden
transformar en Strigoi a la fuerza. Si un Strigoi bebe la sangre
de una victima y hace que esta beba de la suya…bueno, ahí
tienes a un nuevo Strigoi: eso le puede pasar con cualquiera:
humano, Moroi, o… dhampir.
Dhampir.
Eso es lo que yo soy. Los dhampirs son medio humanos,
medio Moroi. Me gusta pensar que tenemos las mejores
características de ambas razas. Yo soy fuerte y robusta, como
los seres humanos, también puedo salir al sol tanto tiempo
como quiera. Pero, como los Moroi, tengo óptimos sentidos y
rápidos reflejos. El resultado es que los dhampirs son los
mejores guardaespaldas - que es lo que la mayoría somos.
Nos llaman guardianes.
Pasé toda mi vida formándome para proteger a los Moroi de
los Strigoi. Tengo un conjunto de clases especiales y de
prácticas en la Academia de San Vladimir, una escuela
privada para Moroi y dhampirs. Sé cómo utilizar todo tipo de
arma y puedo dar algunas buenas patadas. Les he dado
palizas a chicos que me doblan en tamaño, - dentro y fuera
del aula. Y de hecho, son básicamente a quienes tengo que
ganar, ya que hay pocas chicas en mi clase.
Pero si bien los dhampirs heredamos los buenos rasgos, hay
algo que nosotros no heredamos. Los dhampirs no pueden
tener hijos con otros dhampirs. No me preguntes por qué. No
es que sea una genetista ni nada parecido. Si los seres
humanos y Moroi se juntasen harían más dhampirs, que es
donde venimos en el primer lugar. Pero esto apenas sucede;
los Moroi tienden a permanecer lejos de los seres humanos.
Sin embargo, por otro caso extraño de la genética, si los
Moroi y los dhampirs se juntasen tendrían hijos dhampirs. Lo
sé: es una locura. Se podría pensar que tendrían un bebé que
es ¾ vampiro, ¿verdad?
Pues no. Mitad humano, mitad Moroi.
La mayoría de dhampirs nacen de hombres Moroi y mujeres
dhampirs. Las mujeres Moroi prefieren tener bebés Moroi. Loque esto normalmente significa que los hombres Moroi tienen
relaciones con mujeres dhampirs y luego desaparecen. Esto
convierte a muchas mujeres dhampirs en madres solteras, y
es por eso que muchas de ellas no se conviertan en
guardianes. Prefieren centrarse en criar a sus hijos. Por
consiguiente, solamente los chicos y un puñado de chicas son
guardianes. Pero aquellos que optaron por proteger a los
Moroi se toman en serio su trabajo. Los dhampirs necesitan a
los Moroi para tener hijos. Tenemos que protegerlos. Por otra
parte, es... bueno, lo más honorable que tenemos que hacer.
Los Strigoi son malos y antinaturales. No es justo que se
aprovechen de gente inocente. Los dhampirs que se entrenan
para ser guardianes, lo tienen grabado desde incluso antes de
que empiecen a caminar. Los Strigoi son malos. Los Moroi
tienen que ser protegidos. Los guardianes lo creen
firmemente. Yo lo creo.
Hay un Moroi al que quiero proteger más que nadie en el
mundo: mi mejor amiga, Lissa. Ella es una princesa Moroi.
Los Moroi tienen 12 familias reales, y ella es la que única que
queda de una de ellas - la Dragomir. Pero tiene algo que hace
que Lissa sea especial, aparte de ser mi mejor amiga.
Recuerdas cuando dije que cada Moroi controla uno de los 4
elementos? Bueno, resulta que Lissa usa uno que nadie sabía
que existía hasta hace poco. El Espíritu. Durante años,
creímos que simplemente no desarrollaría ninguna habilidad
mágica. Y entonces cosas extrañas comenzaron a suceder a su
alrededor. Por ejemplo, todos los vampiros tienen la
capacidad llamada coacción que obliga a otros a hacer lo que
ellos quieran. En los Strigoi es muy fuerte. Es más débil en los
Moroi, y también está prohibido. Lissa, sin embargo, tienen
esa capacidad casi tan fuerte como la de un Strigoi. Con solo
parpadear, la gente hará lo que ella quiere.
Pero eso no es la mejor cosa que puede hacer.
He dicho antes que no siempre las cosas permanecen
muertas. Bueno, yo soy una de ellas. No te preocupes- no soy
como los Strigoi. Pero yo morí una vez. (No lo recomiendo.)
Pasó cuando el automóvil en el que viajaba se salió de la
carretera. El accidente me mató, mató a los padres de Lissa, y
a su hermano. Sin embargo, en algún momento del caos - sin
que ella se diese cuenta - Lissa usó el Espíritu para traerme de

vuelta.
No supimos eso durante mucho tiempo. De hecho, ni siquiera
sabíamos que el Espíritu existía.
Desafortunadamente, había una persona que si lo sabía antes
de que nosotras lo descubriésemos. Víctor Dashkov, un
príncipe Moroi que se estaba muriendo, descubrió los
poderes de Lissa, y decidió raptarla y hacer de ella su médico
particular - de por vida. Cuando me di cuenta que alguien
estaba siguiéndola, decidí tomar las riendas del asunto.
Dejamos la escuela y vivimos entre los humanos. Fue muy
divertido -, pero también estresante – ser unas fugitivas.
Estuvimos así durante dos años antes de que las autoridades
del San Vladimir nos cazasen y nos trajesen de vuelta hace
unos meses.
Fue ahí cuando Víctor actuó, secuestrándola y torturándola
hasta que ella hizo lo que el quería. En el proceso, tomó
algunas medidas bastante extremas - como lanzarme a mí y a
Dimitri, mi mentor, un hechizo de lujuria. (Hablaré de eso
mas tarde.) Víctor también explotó la forma en que el Espíritu
hace que Lissa sea mentalmente inestable. Pero incluso eso
no fue tan malo como lo que hizo con su propia hija Natalie.
Llegó a alentarla para que se convirtiese en una Strigoi para
ayudarle a escapar. Ella terminó estacada.
Incluso después de ser capturado después de la fuga, Víctor
no mostró ningún remordimiento acerca de lo que le había
obligado hacer, eso me hace pensar que no me estaba
perdiendo nada al crecer sin un padre.
Aun así, ahora tengo que proteger a Lissa de los Strigoi y los
Moroi. Sólo unos pocos agentes saben sobre lo que ella puede
hacer, pero estoy segura de que hay otros como Víctor que
quieren usarla. Afortunadamente, tengo un arma extra para
ayudarme a protegerla. En algún momento mientras ella me
estaba curando durante el accidente de coche, un lazo mental
se formó entre ella y yo. Puedo ver y sentir lo que ella
experimenta. (Sin embargo, solo funcionada de un lado. Ella
no puede “sentirme”.) Este vínculo me ayuda a mantener un
ojo en ella y así saber si está teniendo problemas, pero a
veces, es extraño estar en la cabeza de otra persona. Estamos
seguras de que hay muchas otras cosas que el Espíritu puede
hacer, pero no sabemos todavía lo qué.

Mientras tanto, trato de ser la mejor guardiana que puedo ser.
Escaparnos retrasó mi formación, por lo que tengo clases
extras para compensar y recuperar el tiempo perdido. No hay
nada en el mundo que quiera más que mantener a Lissa a
salvo.
Lamentablemente, tenemos dos cosas que a veces complican
mi formación. Uno de ellas es que actúo antes de pensar.
Cada vez estoy mejorando más a la hora de controlarme, pero
cuando algo ocurre, tiendo a golpear primero y preguntar
después. Cuándo trato de proteger a aquellos que están en
peligro... bueno, las reglas me parecen opcionales.
El otro problema en mi vida es Dimitri. Fue él quien mató a
Natalie, es fantástico.
También es muy apuesto. Ok - más que apuesto. Está
buenísimo- del tipo, del tipo que te hace dejar de caminar en
la calle o te hace chocar con el tráfico. Pero como ya he dicho,
es mi instructor. Tiene 24 años. Estos dos son los motivos por
los que no debería enamorarme de él. Pero honestamente, la
razón más importante es que él y yo seremos guardianes de
Lissa cuando ella se gradúe. Si él y yo nos centramos en
nosotros, entonces eso significa que no nos centramos en ella.
No tuve mucha suerte intentando olvidarme de él, y estoy
segura de que a él le pasa lo mismo. Parte de lo que lo hace
tan difícil es que él y yo estábamos bastante excitados cuando
estábamos bajo la influencia del hechizo. Víctor quería
distraerme mientras secuestraba a Lissa, y había funcionado.
Estaba dispuesta a perder mi virginidad, y Dimitri está
dispuesto a hacerlo. En el último momento, rompimos el
hechizo, pero los recuerdos están siempre conmigo y eso hace
que de vez en cuando sea realmente difícil centrarse en los
golpes durante un combate.
A propósito, mi nombre es Rose Hathaway. Tengo 17 años,
me preparo para proteger y matar vampiros, estoy enamorada
de la persona equivocada, y tengo una mejor amiga, cuya
extraña magia puede volverla loca.
Ey, nadie dijo que el instituto fuese fácil.